Marcos Alonso ya es uno de los nombres propios de la Premier League. El jugador de 30 años parece haber encontrado su momento de madurez futbolística y ha acompañado su gran racha en el terreno de juego con una personalidad propia en temas más alejados del mundo del fútbol. El defensa del Chelsea, además de ser pieza clave de Tuchel, ha roto el protocolo tácito de hincar la rodilla contra el racismo.
La decisión de Marcos Alonso podría pasar desapercibida. Sin embargo, imágenes como las que ha protagonizado son poco comunes en la competición británica y de ahí la valentía del español. En un terreno de juego con decenas de jugadores agachados, ya acostumbra a aparecer uno completamente herguido señalándose el lateral de la camiseta. Y ese es el madrileño.
La imagen más reciente acometiendo su propia campaña contra el racismo se produjo ante el Manchester City. Todos sus compañeros realizaron el habitual gesto para mostrar su rechazo al racismo. Marcos Alonso, pese a todo, cumplió con sus principios y se quedó de pie. El zaguero, señalándose el lema contra el racismo que portan todas las camisetas, se sumó al objetivo principal de la campaña: mostrar la oposición a la discriminación racial.
Él mismo ya explicó sus razones en una entrevista para The Guardian. «Es mi manera de hacerlo. Creo que es otra manera. Y tal vez creo que está perdiendo un poco de fuerza al revés (hincando la rodilla). Así que prefiero hacerlo de esta manera y demostrar que apoyo plenamente la lucha contra el racismo», reconoció mientras aseguraba que no habían hablado nada en el vestuario. Su gesto, pese a todo, le ha llevado a protagonizar titulares en la BBC, The Sun o la CBS.
La confirmación de que no ha pasado nada con sus compañeros es que Marcos Alonso sigue siendo un pilar fundamental del equipo. El lateral solo se ha perdido un partido oficial desde que comenzara la temporada y en el resto de encuentros se ha quedado hasta el pitido final. Solo en dos ocasiones se marchó antes de tiempo y por decisión de Tuchel, que decidió darle menos de 10 minutos de descanso antes del pitido definitivo. A sus 30 años, el actual campeón de Europa con el equipo inglés vive un momento idílico con una madurez absoluta.
Discrepancia en la Premier
El camino que ha tomado Marcos Alonso puede extenderse paulatinamente entre los equipos de la competición británica. De hecho, algunos compañeros del español han confesado públicamente que la lucha contra el racismo no puede quedar en un simple gesto de hincar la rodilla antes de cada partido. Y menos si en más de un campo se siguen viviendo actitudes discriminatorias como han confirmado la reciente sación de la FIFA a la federación de Hungría.
Lukaku, fichaje del Chelsea esta temporada, ha sido el último en pedir más trabajo contra el racismo. El delantero belga, en una entrevista para la CNN, pidió más implicación de clubes e instituciones para acabar con dicha lacra. Entre otras propuestas, puso sobre la mesa la necesidad de aumentar la batalla contra el racismo en unas redes sociales cada vez con más usuarios con perfiles anónimos.
Antes, además, ya se produjeron las primeras grietas durante la Eurocopa. Los jugadores de la selección española, por ejemplo, no se arrodillaron en ningún partido. Otras selecciones como la escocesa tampoco cedieron a la presión y mostraron su negativa al racismo a su manera justificando que «la relevancia del primer gesto» había caído notablemente.